Australia comprará ‘minas marinas inteligentes’ que diferencian entre buques civiles o militares.

Australia comprará «minas marinas inteligentes» en un acuerdo multimillonario que permite distinguir entre buques militares o civiles

Australia sigue adelante con sus planes de adquirir minas marinas avanzadas para defender sus aguas territoriales de las incursiones navales chinas y de otros posibles enemigos, según el Sydney Morning Herald.

El gobierno gastará hasta 1.000 millones de dólares en la adquisición de armas submarinas de alta tecnología.

Las medidas, que representan la primera inversión significativa de Australia en minas marinas desde la guerra de Vietnam, pretenden disuadir a China y a otros posibles rivales de enviar buques y submarinos a las vías navegables del país.

El informe, citando fuentes, dice que el gobierno pronto declarará que ha firmado un contrato con un proveedor de armas europeo para comprar numerosas minas marinas.

El informe añade que el Departamento de Defensa planea comprar sofisticadas minas terrestres multi-influencia que responden a los impactos de presión, magnéticos y acústicos de los barcos que se aproximan. Además, pueden lanzarse al fondo del océano desde un avión, un barco o un submarino.

En un comunicado, el Departamento confirmó que estaba acelerando la compra de «minas marinas inteligentes». Afirmando que la nueva tecnología ayudaría a proteger las rutas marítimas y salvaguardar las fronteras de Australia.

Las minas de alta tecnología pueden distinguir entre objetivos militares y otros buques, diferenciándolas de las minas terrestres indiscriminadas. Un proveedor europeo aún por confirmar, suministrará minas navales de alta tecnología que pueden activarse y desactivarse a distancia.

Según las fuentes, el coste total del acuerdo es confidencial, pero es probable que se sitúe entre 500 y 1.000 millones de dólares. El primer ministro, Anthony Albanese, declaró a la cadena de televisión ABC que no se adelantaría a tales preocupaciones de seguridad nacional.

Afirmó que el gobierno respondería rápidamente a la Revisión Estratégica de Defensa, lo que implica un rápido cambio en la preparación para nuevos escenarios de conflicto.

«Tenemos que asegurarnos de que disponemos de las mejores defensas posibles. Así que hemos estudiado la defensa antimisiles, estamos estudiando la ciberseguridad, estamos estudiando todas estas cuestiones», indicó Albanese.

Australia quiere aumentar su capacidad naval

Las minas marinas son artefactos explosivos autónomos que pueden colocarse en lugares estratégicos, como estrechos y puertos, para detonar naves enemigas invasoras. El último esfuerzo significativo de Australia por acumular una reserva considerable de minas marinas se interrumpió en la década de 1990.

Los expertos en defensa han señalado que las fuerzas de defensa australianas necesitan una combinación de minas de influencia y minas torpedo encapsuladas más avanzadas que puedan soltarse desde buques de superficie (patrulleras de alta mar y embarcaciones de oportunidad), aviones (P-8 y unidades de transporte pesado) y submarinos.

Según los expertos, las minas marinas son una contramedida realista para Australia, ya que China está invirtiendo enormes sumas de dinero en la construcción de una armada con capacidades de largo alcance. Además, la mina marina es un artefacto bélico muy adaptable que ofrece a las naciones opciones tanto ofensivas como defensivas.

Bajo el mandato del anterior ministro de Defensa, Peter Dutton, el Departamento de Defensa de Australia inició en 2021 el proyecto SEA2000 para investigar formas de mejorar sus capacidades bélicas mediante el despliegue de minas marinas inteligentes.

En los últimos años, Australia ha tratado de aumentar su presupuesto de defensa y, en 2021, incluso firmó un contrato para comprar submarinos nucleares a Estados Unidos y Reino Unido.

China planea ampliar su influencia en la región Indo-Pacífica y firmó un acuerdo de seguridad con las Islas Salomón el año pasado. Estas acciones de Pekín han alarmado a Estados Unidos y Australia, ya que durante mucho tiempo han considerado la región como su esfera de influencia.

Según el ministro de Defensa australiano, Richard Marles, el país debe reforzarse con suficientes armas mortíferas como para asemejarse a un puercoespín isleño para repeler el ataque de un enemigo beligerante.

El informe señalaba que Marles recibiría un análisis exhaustivo de las fuerzas de defensa de la nación a principios de febrero, con el fin de remodelar el ejército para hacer frente a las amenazas modernas.

Últimamente, Australia ha hecho importantes anuncios en relación con la adquisición de armamento de vanguardia, reforzando sus capacidades de defensa ante la grave amenaza de Pekín.

Por ejemplo, Australia firmó un contrato con Kongsberg Defense & Aerospace (KONGSBERG) para la compra de una cantidad considerable de misiles de ataque naval (NSM) y equipos relacionados.

El NSM de quinta generación de KONGSBERG es un arma de ataque de precisión, de largo alcance y muy eficaz, destinada a derribar objetivos navales fuertemente fortificados en escenarios disputados, con una función secundaria de ataque terrestre.

Además, Australia anunció a principios de este mes que invertiría hasta 2.000 millones de dólares en mejorar sus capacidades de misiles, incluida la compra del famoso sistema de cohetes de largo alcance HIMARS.

El último acontecimiento se produce mientras China aumenta rápidamente su arsenal de minas marinas, que se ha elevado a casi 100.000, a medida que el país estrecha su foco militar hacia el estrecho de Taiwán y el Indo-Pacífico.

Ashish Dangwal