La Casa Blanca anuncia cambios en la venta de armas a Israel.

“Si no vemos cambios por su parte, tendrán que ser cambios por nuestra parte”, dice el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Israel debe presentar un plan en las “próximas horas y días” para proteger mejor a los trabajadores humanitarios y a los civiles atrapados en Gaza, o Estados Unidos podría alterar su política de apoyo ilimitado, ha declarado hoy la Casa Blanca, en la señal más clara de la creciente frustración en Washington por las actividades militares de Israel tras seis meses de guerra.

“No voy a adelantar ninguna posible decisión política: Lo que queremos ver son algunos cambios reales en el lado israelí”, dijo en la Casa Blanca el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. “Y, ya saben, si no vemos cambios por su parte, tendrán que ser cambios por nuestra parte”.

Los comentarios de Kirby se producen días después del mortífero ataque de Israel contra los vehículos que transportaban a los trabajadores humanitarios de la Cocina Central Mundial de José Andrés, una acción que ha promovido una llamada entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu.

Durante esa conversación de 30 minutos, Biden exigió a Netanyahu que anunciara y aplicara una serie de medidas para hacer frente a los daños a la población civil, el sufrimiento humanitario y la seguridad de los trabajadores humanitarios, según un comunicado de la Casa Blanca.

“Lo que queremos ver, y esperamos ver en las próximas horas y días, es un aumento drástico de la ayuda humanitaria, la apertura de nuevos pasos fronterizos y una reducción de la violencia contra los civiles y, desde luego, contra los trabajadores humanitarios”, añadió Kirby. “Queremos ver que, incluso mientras los israelíes llevan a cabo su investigación [sobre el ataque], están dispuestos y son capaces de tomar medidas prácticas e inmediatas para proteger a los trabajadores humanitarios sobre el terreno y demostrar que… han tomado medidas para mitigar los daños a los civiles”.

Kirby declinó “adelantar” qué medidas políticas podría adoptar Washington si Israel presenta un plan que no satisfaga las expectativas de la Casa Blanca.

Según la ONU, más de 180 trabajadores humanitarios han muerto desde que comenzó la guerra el 7 de octubre, mientras que las cifras palestinas sitúan el número total de víctimas mortales en Gaza por encima de las 30.000.

Aunque las frustraciones de la administración Biden sobre la gestión israelí de la guerra se han ido desbordando, el anuncio de hoy ha sido la primera vez que ha amenazado públicamente con cambiar de rumbo, un movimiento que podría significar potencialmente una mayor supervisión de las armas que entrega a través de la ayuda militar y las ventas militares extranjeras.

Mientras la administración espera a ver qué decide hacer Israel, sigue adelante con sus planes de construir un muelle flotante, también llamado joint logistics over-the-shore (JLOTS), frente a la costa de Gaza.

“El JLOTS sigue en marcha, esperamos alcanzar la plena capacidad operativa a finales de mes, principios de mayo”, declaró hoy a los periodistas el secretario de prensa del Pentágono, Pat Ryder.

“El ataque ciertamente no facilita ese trabajo”, añadió después. “Pero eso no nos ha disuadido de seguir trabajando con grupos y [organizaciones no gubernamentales] ONG para encontrar soluciones, eso es lo que se nos ha encomendado”.

Cómo podría el Congreso bloquear el suministro de armas a Israel

Algunos actores clave en el Capitolio están indicando que ya no esperan un cambio en las tácticas de Israel.

Cuando se le preguntó durante una entrevista en CNN si Estados Unidos debería imponer condiciones a la ayuda militar a Israel, el senador demócrata Chris Coons dijo: “Creo que estamos en ese punto”.

Coons, que forma parte del Comité de Relaciones Exteriores, añadió que podría apoyar condicionar la ayuda militar si Israel “continúa con las operaciones militares a gran escala en Rafah sin hacer ninguna provisión para los civiles.”

En 2016, los dos países firmaron un acuerdo de 10 años bajo el cual Estados Unidos acordó proporcionar 38.000 millones de dólares en ayuda militar – incluyendo 33.000 millones de dólares en Financiación Militar Extranjera, que tiene que ser gastado por Israel en equipos fabricados en Estados Unidos, y otros 5.000 millones de dólares en tecnologías de defensa antimisiles. Sin embargo, los acuerdos aún deben ser aprobados por el Congreso, lo que deja a los legisladores dos vías principales para bloquear la venta de armas a Jerusalén.

Antes de que el Departamento de Estado notifique formalmente al Congreso una propuesta de venta, presenta el acuerdo al presidente y a los miembros de mayor rango de los comités de Asuntos Exteriores del Senado y de la Cámara de Representantes, conocidos en el Congreso como las “cuatro esquinas”. Cualquiera de esos legisladores tiene la capacidad de bloquear encubiertamente el acuerdo, como hicieron varios miembros en importantes ventas a Turquía durante varios años tras la compra por Ankara de un sistema ruso de defensa antiaérea, como informó Defense News en 2020.

Los legisladores también podrían bloquear el acuerdo aprobando una resolución conjunta de desaprobación tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, pero el Congreso nunca ha utilizado con éxito ese mecanismo para impedir que se lleve a cabo una venta, según el Servicio de Investigación del Congreso. Es poco probable que la Cámara de Representantes apruebe una medida de este tipo debido al apoyo del Partido Republicano a Israel.

Durante una entrevista concedida a CNN, la senadora demócrata Elizabeth Warren afirmó que Estados Unidos “no puede aprobar la venta de armas a un país que viola nuestras propias leyes al respecto, y eso incluye el acceso a la ayuda humanitaria”. Pero, aunque señaló que “el Congreso tiene responsabilidad en este asunto y estoy dispuesta a asumirla”, no llegó a comprometerse a patrocinar la legislación propuesta para bloquear el acuerdo.

Ashley Roque and Valerie Insinna