Sudán confirma el acuerdo vigente con Rusia para una instalación naval en la costa del Mar Rojo.
Según la información publicada por fuentes rusas el 26 de agosto de 2024, Sudán ha reafirmado su compromiso de permitir que Rusia establezca una instalación de apoyo logístico para la Armada rusa en su costa del Mar Rojo.
La Embajada de Rusia en Sudán ha informado que el acuerdo entre los dos países sigue vigente y puede implementarse en cualquier momento. Sin embargo, ciertas circunstancias no especificadas tanto en Sudán como en Rusia están obstaculizando actualmente el avance del proyecto, según el comunicado de la embajada.
Sudán ha reafirmado sus obligaciones en virtud del acuerdo el año pasado durante la visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. El acuerdo, firmado originalmente en 2021, requiere ratificación para entrar en pleno funcionamiento. Sin embargo, Sudán ha enfrentado desafíos con su nuevo gobierno, lo que ha retrasado los avances.
El acuerdo preliminar firmado en 2021 entre Moscú y Jartum permite la construcción de una base rusa en Puerto Sudán.
El acuerdo permite que, hasta cuatro buques de la Armada rusa, incluidos los que funcionan con energía nuclear, estén estacionados simultáneamente en la instalación de apoyo logístico. Además, Rusia debe notificar a Sudán 12 horas antes de la llegada de sus buques y tres horas antes de su partida. Se prevé que el contingente ruso en la nueva instalación no supere los 300 efectivos.
Comentarios
El interés de Rusia en establecer bases navales fuera de su propio territorio responde a varias consideraciones estratégicas, geopolíticas y militares. En primer lugar, la expansión de su presencia naval en el exterior le permite a Rusia proyectar su poder más allá de su vecindad inmediata, mejorando su capacidad de influir en la dinámica regional y responder con mayor flexibilidad a los acontecimientos internacionales. Un ejemplo clave es la base naval prevista en Abjasia, una región separatista de Georgia.
Otra razón para el interés de Rusia en las bases en el extranjero es mejorar su capacidad de apoyar su estrategia marítima global, que incluye la protección de las rutas marítimas, la seguridad de los puntos de estrangulamiento estratégicos y la proyección de poder naval en zonas clave como el Mediterráneo, el mar Rojo y, potencialmente, el océano Índico. Las bases en regiones como Siria (Tartus) brindan apoyo logístico a las operaciones navales rusas, extendiendo su alcance y sostenibilidad más allá de las costas rusas.
Timothée