Boeing listo para reiniciar la producción del avión de transporte militar C-17 de EE. UU. tras el interés de Japón.
Según la información publicada por el periódico japonés Asahi Shimbun, durante una llamada bilateral entre el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro japonés Shigeru Ishiba, Japón expresó oficialmente su interés en adquirir el avión de transporte militar estratégico C-17 Globemaster III.
Este anuncio, realizado durante una reunión diplomática de alto nivel, indica la intención de Japón de mejorar significativamente sus capacidades de transporte aéreo de largo alcance y podría ser el impulso decisivo para que Boeing considere reiniciar la línea de producción del C-17, que se cerró en 2015 tras completar sus últimos pedidos internacionales.
El impulso de esta posible reactivación se consolidó aún más en el Salón Aeronáutico de París 2025. En una entrevista con Shephard Media, Turbo Sjogren, vicepresidente y director general de Boeing Global Services-Government Services, confirmó que Boeing sigue plenamente preparado para reanudar la fabricación del avión de transporte militar estadounidense C-17 si se concreta un importante pedido extranjero.
El interés de Japón se considera un punto de apoyo potencial crucial para este esfuerzo, ya que ofrece la justificación económica y estratégica necesaria para reabrir la línea y restablecer las operaciones de la cadena de suministro.
El C-17 Globemaster III es reconocido mundialmente por su combinación única de capacidades de transporte aéreo estratégico y táctico. Con una carga útil máxima de 77.500 kg y propulsado por cuatro motores turbofán Pratt & Whitney F117-PW-100, el avión alcanza una velocidad de crucero de 830 km/h y recorre más de 4.500 km sin repostar, lo que amplía su alcance global gracias al reabastecimiento en vuelo.
El C-17 es capaz de transportar equipo militar de gran tamaño, como carros de combate, vehículos de combate de infantería, helicópteros y grandes unidades de ingeniería. También puede transportar hasta 102 paracaidistas o 54 camillas médicas para misiones de evacuación aeromédica. Su capacidad para aterrizar en pistas de hasta 1.060 metros y operar desde pistas no preparadas lo convierte en un avión invaluable tanto en combate como en operaciones humanitarias.
Para Japón, la adquisición del C-17 representaría un avance significativo en su estrategia de movilidad. Si bien la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón opera actualmente el Kawasaki C-2, que ofrece aviónica moderna y un sólido rendimiento regional, su carga útil máxima es de aproximadamente 36 000 kg, lo que lo hace menos capaz de transportar carga pesada o de gran tamaño.
El C-17 cubriría esta importante brecha de capacidad, proporcionando transporte intercontinental para despliegues de defensa, ayuda humanitaria y misiones logísticas en la región del Indopacífico y más allá.
Su trayectoria comprobada en misiones globales llevadas a cabo por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y países aliados demuestra su fiabilidad, resiliencia y flexibilidad de misión.
En comparación con otras plataformas de transporte actualmente en servicio, el C-17 mantiene una destacada versatilidad operativa. El Airbus A400M Atlas, aunque moderno y rápido, transporta menos de la mitad de la carga útil y no puede acomodar vehículos pesados de orugas.
El C-130J Super Hércules es un recurso táctico con una capacidad de carga mucho menor, lo que limita su uso a misiones más ligeras. El Il-76MD-90A ruso, aunque similar en carga útil, presenta limitaciones en interoperabilidad y apoyo logístico, especialmente entre aliados occidentales y del Indopacífico.
La capacidad única del C-17 para transportar carga pesada a distancias estratégicas y operar tácticamente en entornos disputados o degradados lo distingue como una plataforma de doble función capaz de conectar ambos dominios del transporte aéreo.
Además de sus ventajas de rendimiento, el C-17 ofrece a Japón interoperabilidad con los sistemas de transporte de EE. UU. y la OTAN, lo que supone un importante multiplicador de fuerza para ejercicios conjuntos y operaciones multinacionales. La red global de mantenimiento de Boeing garantiza altos índices de disponibilidad de aeronaves y soluciones de mantenimiento rentables, lo que reduce la carga logística para los nuevos operadores. Con índices de capacidad de misión que superan constantemente el 85 %, el C-17 se ha convertido en un pilar fundamental de la estrategia de transporte aéreo de EE. UU. y sus aliados.
Si Boeing reanuda la producción, Japón podría convertirse en el cliente principal en una nueva era para el programa C-17, lo que podría animar a otras naciones aliadas a reconsiderar la aeronave para sus propias necesidades estratégicas. Esta medida no solo reforzaría la alianza de defensa entre Japón y Estados Unidos, sino que también marcaría una transformación más amplia en la proyección de fuerzas aliadas, la preparación y las capacidades de disuasión regional.
Para Japón, el C-17 representa no solo una adquisición de hardware, sino un activo estratégico que mejora su movilidad global, su capacidad de respuesta ante desastres y su resiliencia operativa.
Rudis04
No acabo de ver para que quiere Japon transportes de largo alcance si su ejercito esta centrado en la autodefensa. Seria mejor que usaran estos recursos en tapar los muchos agujeros de su ejercito. No deben confiarse. Tiene al monstruo justo al lado.
Supongo que este vector estratégico se usaría, entre otras operativas, para desplazar MBTs que podrían ser útil ante una proyección en el interior del continente si transporte marítimo no es posible y éste es mucho más rápido.
Japón tiene, literalmente, miles de islas. Algunas de las cuales son reclamadas por China de forma ilegitima. En un futuro tal vez no sea posible garantizar una línea de suministro por mar a estas islas y contar con medios de transporte aéreo pesado aliviaría ese problema.
Porque Japón está cambiando su filosofia de solo autodefensa
Y Airbus no se plantea una versión del A-400M con motores de reacción y un poco más alargado o ensanchado?? Podría colaborar con Antonov . Incluso fabricar en Ucrania como parte de la ayuda a la reconstrucción.
De colaborar con Antonov sería para la fabricación con licencia y actualización del Ant-124 antes de probar un rediseño total para remotorizar con reactores al A400M. Aunque habría que ver si habría mercado para ello.
De los 52 aviones producidos entre 1982 y 1992 y otros 5 aviones a medio construir terminados hasta 2004, 5 se han perdido en accidentes; unos 26 están en Rusia (entre militares y civiles) y otros 26 andan dando vuelta por el mundo. Son muy pocos, y no todos están operativos (se calcula que unos 10 han sido dejados en tierra por distintas razones). Estos aviones copan el mercado de aviones super pesados (120 t + de carga), pero son insuficientes. Existen otros, especialmente las versiones cargueras del Boeing 747, pero su diseño militar (como el C-5 Galaxy) lo hacen único. Seguramente habrá mercado para un avión tan especial, incluso militar. La OTAN podría adquirirlo si es producido en Europa. El A400M, aún alargado y ensanchado, y con motores a reacción (que puede hacerse), seguira siendo considerablemente más pequeño y ligero. Nunca alcanzará las capacidades del An-124; quizá podría acercarse a las del C-17.
En 8.000 millones de dolares està cuantificada la cantidad necesaria en volver a poner en producción el C17 y eso si se tiene disponible la maquinaria necesaria, eso para producir 150 unidades pero si sirve de arranque para iniciar de nuevo su producción igual resulta una oportunidad para la USAF ya que sus C17 tienen un gran desgaste por que se les dado mucho uso
Seguramente la USAF estaría más que satisfecha con la reapertura de las líneas de producción. India se quedó con ganas de adquirir más unidades (de hecho, compró la última producida); Australia y Canadá que ya son clientes, quizá podrían adquirir unidades adicionales. Arabia Saudita seguramente compraría este avión. Es decir, mercado va a haber.
Israel requiere de bombarderos pesados, el C-17 Globemaster III, puede transformarse en uno, con capacidad de portar hasta cuatro GBU-57B asistidos con cohetes y guiados por láser para aumentarle la velocidad de impacto en un 50%, para que esta bomba pueda penetrar hasta 75 metros de hormigón o 55 metros de granito de forma precisa….
Para meter un C-17 en misión de bombardeo hace falta dominar el espacio aéreo y haber acabado con la defensa aérea…… Muy arriesgado lo veo. Sobre todo cuando EEUU se plantea retirar los AC-130 por ser muy vulnerables a las amenazas actuales. Israel tiene misiles balísticos. Supongo que puede hacer uno que acabe con búnkeres a 100 metros de profundidad empleando una cabeza de combate convencional. O crear un dron que transporte esa bomba revienta bunkers, una especie de mega munición merodeadora.
Cierto que Airbus puede ayudar a Antonov con un AN-124 puesto al dia. Lo pagaría la ayuda de reconstrucción de Ucrania y Europa se beneficiaria. Airbus con Antonov tienen la experiencia y tecnología para además hacer un competidor del C-17. No sé si hay mercado más allá de la USAF que haga el proyecto rentable.
Los An-124 son aviones longevos, certificados para volar 15000 hrs; incluso algunos modernizados pueden alcanzar las 24000 hrs. Eso es un montón, pero el intenso uso los está acercando rápidamente a su límite de horas. Además, el mantenimiento debe ser una carga muy importante, en especial luego de la invasión de Rusia a Ucrania.
Creo que todo país debe de velar por la seguridad territorial y hoy en día Rusia y China son los países dictatorial que tienen planes expansionistas y tratan de arrebatar territorios a naciones que no están preparadas para defenderse.