Los nuevos hangares dan pistas sobre los planes iraníes de desplegar el Su-35.
Imágenes satelitales recientes del mes de noviembre, capturadas por Google Earth, revelan una importante actividad de construcción en la Tercera Base Aérea Táctica de Irán, cerca de Hamedan.
Las imágenes evidencian grandes refugios arqueados, cada uno de aproximadamente 25 por 30 metros. Esta escala excede con creces las necesidades de los aviones F-4 Phantom estacionados actualmente allí, lo que sugiere preparativos para una flota nueva y más avanzada, posiblemente los aviones de combate rusos Su-35S.
La aparición de estos refugios plantea interrogantes críticos sobre los objetivos estratégicos y operativos de Irán. El despliegue de los Su-35 en Irán podría representar un importante cambio en el equilibrio de poder regional. El radar de largo alcance, los motores con dirección vectorial de empuje y los avanzados sistemas de armas de la aeronave la convierten en una amenaza importante para las naciones vecinas.
Para países como Israel y Arabia Saudita, que dependen en gran medida de la superioridad aérea, el Su-35 podría complicar tanto las operaciones defensivas como las ofensivas.
Si se integra de manera eficaz, esta plataforma podría desafiar el dominio aéreo del F-35 israelí o perturbar las patrullas aéreas de Arabia Saudita. Más allá de estas preocupaciones inmediatas, la presencia de los Su-35 podría envalentonar a los aliados de Irán, como Hezbollah, para llevar a cabo operaciones más agresivas bajo la protección de la cobertura aérea iraní.
Otro aspecto crítico es si Irán puede aprovechar al máximo las capacidades avanzadas del Su-35. Operar aviones de última generación de este tipo exige un amplio entrenamiento de pilotos, una infraestructura de mantenimiento y un nivel de sofisticación táctica que la fuerza aérea iraní no ha demostrado históricamente. La complejidad del Su-35 rivaliza con la de los cazas occidentales de quinta generación, y su eficacia potencial depende de lo bien que Irán pueda superar estas barreras.
Si ya se han puesto en marcha los programas necesarios de entrenamiento de pilotos, esto indica que Irán lleva años planeando esta medida. Por el contrario, si estos esfuerzos se demoran, los Su-35 podrían seguir siendo más un elemento de disuasión simbólico que un activo decisivo desde el punto de vista operativo.
En el plano político, la adquisición de los Su-35 representa una profundización de los vínculos entre Teherán y Moscú. Es probable que los aviones sean parte de un acuerdo estratégico más amplio, que podría incluir drones iraníes para uso ruso en Ucrania. Para Rusia, que enfrenta severas sanciones y está cada vez más aislada, la venta de equipos militares de alta tecnología a Irán abre una valiosa vía de escape financiera.
Al mismo tiempo, este acuerdo es una señal de la voluntad de Moscú de desafiar las normas internacionales y reestructurar las alianzas en Oriente Medio. Es casi seguro que tales medidas provocarán reacciones de Estados Unidos y sus aliados, que posiblemente incluyan sanciones más severas o una aceleración de los envíos de armas a los rivales regionales de Irán.
No se pueden ignorar las implicancias financieras de los esfuerzos de modernización de Irán. A pesar de su economía en crisis, Teherán parece comprometido a construir una fuerza aérea robusta, probablemente financiando estos proyectos a través de ventas de petróleo y canales de comercio ilícito.
La concesión de licencias para la producción de los Su-35 y posiblemente de los Su-30 podría servir como una medida de ahorro de costos a largo plazo, pero no está claro cómo planea Irán financiar una inversión tan masiva en medio de las sanciones vigentes. Esto plantea preguntas sobre si Teherán podría aprovechar el apoyo ruso para sortear estos obstáculos económicos o depender de acuerdos adicionales bajo la mesa con otros aliados.
El rápido ritmo de desarrollo de infraestructuras y adquisición de aviones también pone de relieve un desafío crítico para las agencias de inteligencia extranjeras. Las imágenes satelitales que revelan estos avances subrayan la dificultad de seguir el progreso militar de Irán en tiempo real.
Las comunidades de inteligencia probablemente aumentarán su atención sobre las actividades de la fuerza aérea iraní, pero dada la naturaleza de doble uso de muchos proyectos de construcción y la ubicación remota de estas bases, algunos detalles pueden seguir siendo elusivos.
Por ejemplo, ¿Cuántos Su-35 se han entregado ya? ¿Se están realizando mejoras similares en otras bases aéreas? Estas preguntas indican los límites de la inteligencia de fuentes abiertas y la necesidad de un reconocimiento más agresivo.
Este enfoque dual (desarrollo de infraestructura subterránea y de superficie) subraya la importancia que concede Irán a la capacidad de supervivencia y la flexibilidad operativa. Si bien las instalaciones subterráneas como Eagle 44 ofrecen protección contra los ataques aéreos, los refugios de superficie de Hamedan sugieren que es posible prepararse para un acceso rápido y salidas rápidas, en particular en situaciones de conflicto en las que las operaciones urgentes son fundamentales.
La aparición de estos refugios tiene importantes consecuencias para la región.
Si la flota iraní de Su-35 crece como se prevé, apoyada por la producción local, el equilibrio de poder en Oriente Medio podría cambiar considerablemente.
La sincronización de las entregas de aeronaves, la producción nacional y el desarrollo de infraestructura indican que Irán se está preparando metódicamente para una fuerza aérea modernizada capaz de proyectar poder y defender su espacio aéreo contra las amenazas contemporáneas.
A medida que surjan nuevos detalles, el cálculo estratégico que sustenta las acciones de Irán seguirá siendo un punto clave en el que se centrarán tanto los analistas militares como los responsables de las políticas. Los próximos meses revelarán si la inversión de Teherán rendirá una auténtica ventaja operativa o si estos esfuerzos serán simplemente una señal de sus ambiciones sin alcanzar todo su potencial.
El Sukhoi Su-35 es un avión de combate multifunción de cuarta generación que ejemplifica la cumbre de la ingeniería aeroespacial rusa. Diseñado como una evolución del Su-27 Flanker, el Su-35 cierra la brecha entre las capacidades de cuarta y quinta generación, ofreciendo aviónica avanzada, motores potentes y formidables sistemas de armas.
Sirve como un componente clave de la doctrina de superioridad aérea de Rusia y, al mismo tiempo, se comercializa como un caza de exportación de gran capacidad.
En esencia, el Su-35 está propulsado por dos motores turbofán Saturn AL-41F1S con postcombustión, cada uno capaz de producir 14.500 kilogramos de empuje con los postquemadores activados. Estos motores incorporan toberas con vectorización del empuje, lo que otorga al avión una maniobrabilidad excepcional.
Esta característica permite al Su-35 realizar maniobras posteriores a la pérdida de sustentación, como la Cobra de Pugachev y la Kulbit, que son muy efectivas en combates aéreos y sirven como testimonio de su supermaniobrabilidad.
Los motores AL-41F1S también cuentan con una vida útil más prolongada y una eficiencia de combustible mejorada en comparación con los modelos Flanker anteriores, lo que le otorga al avión una autonomía operativa de aproximadamente 3.600 kilómetros sin tanques de combustible externos.
Con el reabastecimiento de combustible, la autonomía se extiende significativamente, mejorando su alcance estratégico.
El Su-35 está equipado con el radar de matriz electrónica pasiva de barrido electrónico (PESA) Irbis-E, un componente fundamental de su paquete de aviónica. El radar puede detectar y rastrear hasta 30 objetivos aéreos simultáneamente, atacando hasta ocho a la vez.
Con un alcance máximo de detección de 400 kilómetros contra objetivos grandes, el Irbis-E proporciona al Su-35 una formidable ventaja de conocimiento de la situación. Las capacidades de mapeo terrestre del radar también permiten apuntar con precisión a objetivos de superficie, lo que convierte al Su-35 en una verdadera plataforma multifunción.
Como complemento al radar se encuentra un avanzado sistema de orientación electroóptica que integra un sistema de búsqueda y seguimiento por infrarrojos [IRST].
Este sensor pasivo permite al Su-35 detectar y rastrear objetivos que emitan calor, incluidos aviones furtivos, sin revelar su propia posición. Esto es particularmente útil en entornos de baja observabilidad donde las emisiones del radar podrían comprometer la ubicación de la aeronave. El sistema IRST añade otra capa de versatilidad, mejorando las capacidades del avión tanto en misiones aire-aire como aire-tierra.
El armamento del Su-35 es otro aspecto en el que destaca el avión. Con 12 puntos de anclaje, el avión puede transportar una carga útil máxima de 8.000 kilogramos. Su arsenal incluye una serie de misiles aire-aire como el R-77 [comparable al AIM-120 AMRAAM] y el R-37M de mayor alcance, que está diseñado para atacar activos aéreos de alto valor como AWACS y aviones cisterna.
Para enfrentamientos a corta distancia, el misil guiado por infrarrojos R-73 proporciona una agilidad excepcional.
Para misiones aire-tierra, el Su-35 puede desplegar municiones guiadas de precisión como el misil antirradiación Kh-31P, el misil de crucero Kh-35 y varias bombas guiadas por láser y satélite. El avión también está equipado con un cañón interno GSh-30-1 de 30 mm, que es muy eficaz contra objetivos ligeramente blindados y en misiones de ametrallamiento.
Esta diversidad de armamento convierte al Su-35 en un potente caza multifunción capaz de adaptarse a una amplia gama de escenarios de combate.
La capacidad de supervivencia es otro de los rasgos distintivos del Su-35. El avión emplea un conjunto de contramedidas electrónicas [ECM] para interrumpir los sistemas de radar y misiles enemigos. Su módulo ECM L175M Khibiny puede bloquear amenazas guiadas por radar, lo que mejora significativamente su capacidad para evadir sistemas avanzados de defensa aérea.
El Su-35 también cuenta con mejoras en la sección transversal del radar [RCS] reducida, como recubrimientos absorbentes del radar y elementos de fuselaje rediseñados, aunque no llega a ser un verdadero avión furtivo como el F-35.
La ergonomía de la cabina refleja una combinación de tecnología avanzada y diseño centrado en el piloto. La cabina cuenta con dos grandes pantallas multifunción y una pantalla de visualización frontal [HUD] que proporciona información crítica de vuelo y combate.
La configuración HOTAS [hands-on-throttle-and-stick] garantiza que los pilotos puedan mantener el control mientras acceden a los amplios sistemas de la aeronave. La integración de controles digitales fly-by-wire mejora aún más la precisión y la capacidad de respuesta, lo que permite a los pilotos explotar todo el potencial de maniobra del Su-35.
A pesar de sus puntos fuertes, el Su-35 no está exento de limitaciones. Si bien su radar PESA es muy capaz, se queda atrás de los radares de matriz de barrido electrónico activo [AESA] que se encuentran en los aviones occidentales como el F-22 y el F-35. De manera similar, sus medidas RCS reducidas no pueden competir con las capacidades furtivas de los cazas de quinta generación.
Estos factores colocan al Su-35 en un nicho único: es una plataforma avanzada de cuarta generación con muchas características de quinta generación, pero no cumple plenamente los estándares de sigilo e integración de sensores de sus homólogos occidentales.
El atractivo de exportación del Su-35 reside en su combinación de capacidades avanzadas y rentabilidad. En comparación con los cazas de quinta generación, es significativamente más asequible, lo que lo convierte en una opción atractiva para los países que buscan aviones de alto rendimiento sin las exigencias presupuestarias de los verdaderos aviones furtivos.
Países como China, Indonesia y posiblemente Irán han expresado interés en el Su-35, lo que pone de relieve su papel como actor fundamental en los mercados mundiales de armas.
En resumen, el Su-35 es un formidable caza multifunción que aprovecha su supermaniobrabilidad, sensores avanzados y una versátil carga de armas para mantener su relevancia en el combate aéreo moderno. Si bien enfrenta desafíos para competir con verdaderos diseños de quinta generación, su combinación de capacidades garantiza que siga siendo un adversario potente tanto en operaciones aire-aire como aire-tierra.
Para naciones como Irán, la adquisición del Su-35 podría representar un salto transformador en las capacidades de su fuerza aérea, lo que subraya la importancia de la aeronave en el escenario mundial.
B.Nikolov
Creo que por ahora nadie ha comprado el Su-35. De todos modos creo que el embargo se acabó y los iraníes podrían comprarlos. Incluso pueden acordar que pilotos rusos operen conjuntamente con ellos unos años. Los rusos ganan horas de vuelo y los iraníes van entrenando hasta poder asumir el 100%. Pero nadie dice de cuántos aviones hablamos. Comparado con países como Emiratos o Arabia Saudita muchos Su-35 tendría que comprar Irán para amenzar . Y esos países cuentas con apoyo de occidente aviones radar. Israel con sus misiles ha demostrado ser un hueso duro de roer…..y esos aviones pueden ser el objetivo fácil de un nuevo ataque israelí a Irán. Honestamente, no creo que Rusia deje nunca fabricar el Su-35 en Irán. Hay más que temer de los misiles iraníes que de que compren dos escuadrillas de Su-35
Iran compra patentes….no productos. Para luego usarlo de base para meter dinero y mejorar
Y si está vaciando depósitos de morralla….querrá patentes de todo, como Corea del Norte…. Putin cederá la tecnología.
La risa puede ser divertida con ceder el Su57 o el Sa 400 o 500 ..aunque sea versión exportación…..como se está hablando
Seguro que el contrato de exportacion del Su 57 es para N Korea e Iran que son dos parias internacionales.
Lo0s demas paises tienen mas opciones y mas dinerp.
India no lo compra y ademas esta exportando armas mejores que las rusas, quitandoles el mercado.
No tengo nada claro, que el SU-57 sea un avión operativo
No creo que los chinos compren el Su35 salvo si es una docena de ellos para estudiarlos y evolucionar su propia copia del Su27 ya el fabricante ruso del Su27 se negaba a venderselos por el miedo a que les hicieran ingeniería inversa hasta que Putin les obligó ha hacerlo Pero sólo entregaron 95 y los otros 105 en el 2006 cancelaron el contrato pero ya era tarde los chinos han construido alrededor de 400 Senyang J-11.
¿No te enteraste de los 24 SU35S, que compró China a Rusia en el 2015? Ya casi 9 años… Y no solo SU27, también 73 SU30 MKK 2000 a 2003 y 24 SU30MK2 2007 para la marina…
Muy pocos aviones para una nación tan grande como Iran. Aunque todo suma. Ya los pueden guardar bien, igual que con los S-300, los Su-35 serán las primeras víctimas de los F-35 judíos.
Ciertamente. Los chinos aprovecharon los años posteriores a la caída de la URSS, que Rusia necesitaba dinero fresco de donde fuese, y la avalancha de instalación de bienes de capital en territorio chino que le proporcionó no solo dinero, sino también una excelente base tecnológica moderna (asumar ala propia, extensa pero anticuada), a partir de la cual emprender esa conducta deleznable de la copia sin licencia. En realidad, contratos de licencias con muchos puntos oscuros, poco claros, de los que los chinos se abusaron ampliamente. De esta manera, el Su-27 SK (producido bajo licencia rusa como J-11/11A) con solo algunos cambios insignificantes, China lo convirtió en el J-11B/D que, obviamente, consideró un producto «propio». La adquisición del Su-30 MKK/MKK2, desarrollado con participación China, si bien Rusia autorizó la producción e incorporación de equipos locales, no se permitió la licencia de producción ni transferencia tecnológica. Los rusos tampoco permitieron la licencia de producción del Su-35S, aunque sí la participación de la industria china en la producción de equipos y componentes. Respecto de sus motores AL-41 que los chinos pretendían fabricar bajo licencia con transferencia tecnológica, tampoco esto fue permitido. Junto con la compra de la licencia, China pretendía la compra de más 120 motores. Probablemente, necesitaban estos motores, más avanzados que los AL-31 de la serie Su-27/30 (que sí fueron exportados en gran número a China) para equipar a sus nuevos J-20 que, inicialmente tuvieron que conformarse con los más antiguos AL-31. La única compensación a China fue la reducción de 48 a 24 unidades. Los rusos se aseguraron, asimismo, no solo la venta del producto final completo, sino tambien la garantía china que el avión no sería fabricado sin licencia con ingeniería reversiva. En previsión de esto, varios componentes, como los motores, no se pueden desmontar sin códigos especiales al volverlos a montar. De todas maneras, algunas características aerodinámicas y estructurales del Su-35S, pueden haber sido aprovechadas para ser incorporadas en el desarrollo del J-16 local, otra descarada versión sin licencia de la serie Su-27/30.
No veo a Irán fabricando aviones bajo licencia….. Si han comprado los Su-35 no entiendo por qué no han llegado ya al país. Si están preparándose de verdad para recibir un avión más grande no hay muchas opciones. No creo que China les venda el J-10, aunque sería irónico ya que se dice que es un diseño comprado a Israel. Y los rusos veremos si al final venden algo a Irán, podría ser el Su-30. Aunque veo a Irán más interesado en tecnología de misiles que en aviones. Lleva años hablándose de nuevos aviones para Irán y nunca llega nada
No creo que por su número ponga muy nerviosos a los saudíes y menos aún a los israelíes, expertos en pulverizar una fuerza aérea en los primeros días de conflicto.
Irán se centra más en sus misiles que éstos sí inquietan más a sus vecinos.
Dos puntos deben quedar muy claros: el SU35 es todavía un sueño ruso, un deseo. Nada más. Segundo: Israel pulverizará cualquiera que pretenda atacarlo. El ejército ruso es una miseria, como lo demuestra la guerra contra Ucrania. E irán está ya con sus radares destruidos
El problema básico de la aviación iraní es la antigüedad del grueso de sus efectivos y la obsolescencia de sus equipos, a pesar del inmenso trabajo realizado por sus (mágicos) talleres de reparación y mantenimiento de aeronaves, y el crecimiento de su industria de componentes y sistemas electrónicos. Las sanciones internacionales ha favorecido este desarrollo, pero que, en gran medida, corre muy retrasado de la mayoría de las industrias aeroespaciales. Tal es así que existen muy pocos diseños autóctonos de aeronaves en Irán, ya que la mayoría son derivados de modelos extranjeros muy anticuados (como el F-5) y construidos en muy cortas series. Esto representa una gran dificultad para adaptar tecnologías modernas, del nivel del F-35. La instalación de bienes de capital, como líneas de montaje y máquinas herramientas de última tecnología, sin hablar de métodos productivos y preparación de personal, no será tarea fácil, por más que se dispongan de los medios financieros (o pagos por otros medios, como misiles), ya que lo que Teherán pretende es elevar el nivel de transferencia tecnológica. Así que la instalación de cadenas productivas para el Su-35 en Irán podría insumir mucho tiempo, porque además hay que adaptar las líneas de suministro (proveedores locales) y organizar la logística para poder producir en tiempo y forma. Suponiendo que Moscú esté políticamente de acuerdo en realizar la transferencia tecnológica, seguramente implicará que un fuerte contingente de personal ruso se traslade a Irán a ayudar con el proceso. Es muy probable que este personal sea necesario retenerlo para necesidades propias rusas mientras dure el conflicto con Ucrania. Luego, habrá que ver dónde se instalaría esta fábrica, ya que debe estar situada en un lugar muy protegido, pues sería un blanco primordial de posibles ataques israelíes y estadounidenses. Si esta fuese construida bajo tierra, el tiempo de construcción sería más extenso aún. Por último, la construcción o modificación de las bases para albergar los aviones (pareciera que está en marcha), y el entrenamiento de los pilotos y personal de apoyo, lleva un tiempo considerable. Por todo ello, a pesar de la necesidad imperiosa de la aviación iraní de contar con aeronaves modernas, no han aparecido aún Su-35 en Irán.
En áreas desérticas, el problema es que no se pueden esconder las entradas de los hangares subterráneos, destruyendo los accesos y esos escuadrones quedan inservibles por semanas. Los misiles con ojivas termobáricas, pueden hacer mucho más estragos antes de demoler los accesos.